El auto-encargo de un espacio destinado a oficina para nuestro propio estudio de arquitectura, es el resultado de esta rehabilitación, en una casa-palacio que se proyectó como orfanato y colegio de niñas pobres a mediados del siglo XVII (año 1651). Hoy, situado Conjunto Monumental del municipio de Corral de Almaguer, en Toledo, acoge nuestro día a día.

La intervención libera el espacio de dos amplias estancias situadas en planta baja, eliminando la partición intermedia y parcialmente los revestimientos, para dar protagonismo a las fábricas de ladrillo y mampostería de los muros. La demolición del tabique transversal saca a la luz un entramado de madera que se deja a la vista, aportando personalidad al espacio diáfano de la oficina. La zona central se configura como espacio de trabajo colaborativo, con una biblioteca adosada al muro interior, enfrentada al de fachada, en el que se abren dos grandes ventanales.

El solado, situado sobre un espacio bajo rasante cubierto por una bóveda de medio cañón, se resuelve mediante una tarima de madera. Los nuevos paramentos quedan separados de los muros originales por la interposición de un trasdosado de placas de yeso laminado, hasta una altura de 3,00 m; su colocación permite el paso interior de instalaciones sin la necesidad de ejecución de rozas sobre las fábricas originales.

Como respuesta a una orientación de las ventanas a norte, la iluminación se resuelve de manera indirecta con un sistema de acento oculto en la coronación de los trasdosados. Para la iluminación funcional, se han colocado luminarias lineales led, posicionadas en orden a los techos de vigas de madera y revoltones de yeso originales.

El área próxima al acceso se destina a zona de reuniones-presentaciones con la iluminación natural que proporcionan las ventanas hacia fachada. El acceso, en recodo a partir del zaguán y patio interior de la antigua casona, desemboca por un lado en la propia oficina y por otro, en la zona de servicio, alojando el aseo y el office.

La fachada del local, restaurada en su doble altura, recupera los huecos originales, sin perder el abierto a comienzos del siglo XX. Su roto en el paramento queda claramente diferenciado por su posición fuera de eje vertical y su rejería discordante con el diseño del resto de ventanas. Las carpinterías son de madera, en consonancia con el portón original recuperado. Puedes ver todas las imágenes del proyecto AQUÍ.