La conocida como Casa de la Botica se enmarca en el tipo arquitectónico de casa patio tradicional castellana, situada en el corazón del municipio toledano de El Romeral, ocupando un lugar privilegiado en su plaza de la Constitución, junto a la Casa Consistorial.

La idea de la propietaria y promotora de la intervención, nuestra clienta, era recuperar la esencia y el uso de la vivienda a través de su conversión en alojamiento rural. Definiendo un programa para una oferta flexible, que abarcase desde habitaciones individuales con baño en suite, hasta viviendas completas, el patio central porticado, levantado junto con la construcción original en el siglo XVIII, recobraba el protagonismo perdido, conformando todos los espacios comunes necesarios para articular el movimiento interno en el inmueble.

Imagen exterior de la Casa, en el año 2018, cuando la promotora decide poner en marcha su rehabilitación integral.

La situación de partida era la de una construcción cuyo pasado se intuía valioso, pero que había sido degradado por diversas actuaciones para adaptar la Casa al uso de cada momento. A mediados del siglo XX, perdida ya la vinculación del inmueble al uso agrícola para compatibilizar el uso residencial con el de la botica de la villa, se había cerrado una de las pandas del patio en planta baja, situando en ella estancias con uso de dormitorio y trastero; el corredor de la crujía opuesta, en planta alta, había sido igualmente colmatado por estancias vivideras, elevando el nivel del solado con respeto al del resto de la planta en más de 70 cm; la fachada había sido intervenida en una parte de su volumetría, perdiendo su imagen original y abriendo grandes huecos dotados de balcón hacia la plaza; el acceso se había trasladado a la misma, cegando la portada original, situada en la calle Capitán Ángel Melgar Mata; y aún habría más intervenciones por descubrir tras esa aproximación inicial, que llevaría a la promotora a proponernos la recuperación del inmueble, para devolverle el esplendor perdido.

El estudio histórico llevado a cabo, aportó la existencia de una fotografía de finales del siglo XIX-principios del XX, en la que la planta alta de la Casa aún mantenía una imagen más próxima a la original. Conservaba los huecos de esa planta, enmarcados por una moldura plana, y mostraba una imponente torre en su esquina suroeste, cambiando por completo la percepción volumétrica del inmueble.

La demanda de recuperación de este significativo elemento por parte de la promotora, se vería frenada en un primer momento por la ordenanza zonal del Plan de Ordenación Municipal de El Romeral, que no permitía la construcción de una altura superior a las dos plantas existentes. Finalmente, y tras diversas reuniones con los servicios técnicos municipales y el equipo de gobierno del Ayuntamiento, se valoró la aportación favorable de la recuperación de este elemento para el entorno, permitiendo su recuperación. A la misma se sumó la iniciativa del equipo redactor del proyecto de devolver los huecos de planta alta a su geometría anterior y la apertura de la puerta original, enmarcada por una portada de granito.

Imagen exterior de la Casa, en el año 2018, cuando la promotora decide poner en marcha su rehabilitación integral.

Fotografías del exterior de la casa desde la plaza de la Constitución y desde la calle Capitán Ángel Melgar Mata tras la primera fase de los trabajos de rehabilitación. 

En cuanto al programa interior para el nuevo uso del edificio, en planta baja y coincidiendo con las dos crujías exteriores, se establece la creación de un local destinado a su explotación por empresa externa de restauración, con acceso directo desde la Plaza de la Constitución y dos salidas al patio interior.

El acceso al uso de alojamiento rural se produce por la portada de granito original de la Casa, a través de un zaguán conectado a los corredores del patio, dejando a su derecha un espacio de recepción de huéspedes. En torno al patio se disponen diferentes estancias de uso común, como el comedor y la cocina, y una vivienda accesible; mientras que las habitaciones y el resto de las viviendas y habitaciones se sitúan en la planta alta.

Imagen del zaguán de acceso a la Casa y su conexión con el corredor bajo este del patio.

Vista del patio interior desde la esquina sureste de su planta baja.

En la intervención sobre el patio interior, se ha respetado la estética existente de casa patio castellana, restaurando en planta baja las columnas de piedra caliza apoyadas sobre un pretil de obra, que delimita el ámbito de los corredores. La superficie descubierta, provista de una pradera de césped, da cabida a un surtidor de piedra y a un limonero, conformando un espacio contemplativo y a la vez estancial, para el disfrute y el juego.

La comunicación con planta alta se produce a través de una nueva y amplia escalera y de un ascensor correctamente integrado, que dota a dicha planta de la necesaria accesibilidad. En esta altura, se dispone un barandal de madera entre pies derechos del mismo material, que soportan la techumbre inclinada de los corredores altos, espacios de comunicación entre estancias.

Vista del patio interior desde la esquina noroeste de su planta alta.

El interior de las viviendas y habitaciones cuenta en sus techos con forjados de madera de nueva ejecución, que no pretenden constituir un falso histórico y de forma sencilla, tratan de hacer guiños a la materialidad constructiva y al recorrido histórico del edificio. Se pone en valor el tapial original, constitutivo de los muros en planta alta, respetando inscripciones encontradas en sus paramentos durante el transcurso de las obras, o recuperando baldosas hidráulicas y disponiéndolas en lugares estratégicos.

Imagen del salón y cocina de una de las viviendas de planta alta.